20 de junio de 2010

Esperando el final


Esta realidad me vuelve inerme
a lo novedoso
a la muerte que sucede
en mi día a día.


Apareces como cuando el sol
sale de una nube
como cuando ilumina
mientras llueve
sin saber por qué
sin saber cómo sucede
solo porque si
solo porque lo quiso así.


Y de repente
surge la duda
de si toda esta obsesión
se da por la terquedad
de no renunciar
a la escencia de mi alma
que se ha estado secando
al ver cómo entre nosotros
nos matamos
con palabras
con armas
con indiferencias...
mi alma se está suicidando
una y otra vez
y tengo miedo
de que ya deje de sentir.


Veo correr la sangre
y ya mis lágrimas
no quieren surgir,
veo morir de hambre,
de sed
y siento que todo tiene que ser así.


No hay un propósito,
no existe un fin,
solo somos seres vivos
bacterias de un ecosistema
que tarde y temprano
va a colapsar.