La gota de sudor recorre la frente
una vez más ha llegado la frustración,
las miradas se esquivan
y el intento por suprimir al otro
cuando este Yo resulta asesino
no queda más que la sangre
en las manos de quien se ha hecho daño
a si mismo.
El suicidio se vuelve insistente
una vez que logro probarlo
es imposible dejar de asesinar
dia a dia
lo que no quiero tener más conmigo.
Este pez ha vuelto a salir de su pecera
esta vez ha quedado en el suelo
con su soledad.